"Podemos abre el debate de la legalización total de la marihuana en España" (El País 18/10/18)
"Podemos ultima una ley para legalizar el cannabis con puntos de venta autorizados" (El Confidencial 17/10/18)
Iglesias quiere que España legalice el cannabis para conseguir “ingentes beneficios” (La Vanguardia, 18/10/18)
A raíz de esta noticia y de su trabajo en clase de 1º Bach., surgió entre mis alumnos un debate sobre el tema. Fue una pena que no estuvieran más formados al respecto porque ello hubiera subido el nivel de las intervenciones y habría enriquecido el debate.
Por esa razón, dedico los siguientes artículos científicos a esos alumnos cuya única fuente de información es wikipedia, la experiencia de amigos, conocidos (nunca la propia, claro) y demás.
- ¿Qué efecto tiene la marihuana en el cerebro? (https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/drugfacts/la-marihuana)
El término marihuana se refiere a las hojas secas, flores, tallos y semillas de la planta Cannabis sativa o Cannabis indica. La planta contiene tetrahidrocanabidol (THC), una sustancia química que provoca alteraciones mentales.
La marihuana afecta el cerebro a corto y largo plazo.
Efectos a corto plazo
Cuando una persona fuma marihuana, el TCH pasa rápidamente de los pulmones a la corriente sanguínea. La sangre transporta entonces la sustancia química al cerebro y a otros órganos del cuerpo. Si la persona ingiere o bebe el THC, el organismo lo absorbe más lentamente. En ese caso, los efectos se sienten por lo general entre 30 y 60 minutos después de consumir la droga.
El THC actúa sobre ciertas células receptoras específicas en el cerebro, las células que normalmente reaccionan a sustancias químicas naturales similares al THC. Estas sustancias químicas naturales desempeñan un papel en el desarrollo y el funcionamiento normal del cerebro.
La marihuana sobrestimula las áreas del cerebro que contienen la mayor cantidad de estos receptores. Eso genera la euforia o "high" que experimenta la persona. Otros efectos incluyen:
- alteración de los sentidos (al igual que hace el alcohol)
- alteración de la percepción del tiempo
- cambios en el estado de ánimo
- dificultad para pensar y resolver problemas
- debilitamiento de la memoria
- alucinaciones (cuando se consume en grandes dosis)
- delirio (cuando se consume en grandes dosis)
- psicosis (cuando se consume en grandes dosis)
Efectos a largo plazo
La marihuana también afecta el desarrollo del cerebro. Cuando una persona comienza a consumir marihuana en la adolescencia, la droga puede reducir la capacidad de pensar, la memoria y las funciones cognitivas (funciones de aprendizaje), y puede afectar la manera en que el cerebro establece conexiones entre las áreas que son necesarias para realizar estas funciones. Los investigadores todavía continúan estudiando si algunos de los cambios que causa podrían ser permanentes.
Por ejemplo, un estudio de Nueva Zelanda realizado en parte por investigadores de Duke University demostró que las personas que comenzaron a fumar mucha marihuana en la adolescencia y continuaron consumiéndola perdieron, en promedio, 8 puntos de coeficiente intelectual entre los 13 y los 38 años de edad. Las personas que abandonaron la marihuana siendo adultos no recuperaron totalmente la capacidad mental que habían perdido.
¿Qué otros efectos tiene la marihuana sobre la salud?
El consumo de marihuana puede tener una amplia variedad de efectos físicos y mentales.
Efectos físicos
- Problemas respiratorios. El humo de la marihuana irrita los pulmones y quienes fuman marihuana con frecuencia pueden tener los mismos problemas respiratorios que quienes fuman tabaco. Estos problemas incluyen flema y tos crónica, enfermedades pulmonares más frecuentes y un mayor riesgo de sufrir infecciones pulmonares.
- Ritmo cardíaco acelerado. La marihuana aumenta la frecuencia cardíaca por hasta tres horas luego de fumarla. Este efecto puede aumentar la posibilidad de un infarto. El riesgo puede ser más grande para las personas mayores y quienes sufren de problemas cardíacos.
- Problemas con el desarrollo del niño durante y después del embarazo. El consumo de marihuana durante el embarazo está asociado con menor peso del recién nacido9 y mayor riesgo de problemas cerebrales y de comportamiento en los bebés. Si una mujer embarazada consume marihuana, la droga puede afectar ciertas partes del cerebro del feto que se están desarrollando.
©iStock/Adrian Hillman
Efectos mentales
El consumo prolongado de marihuana ha sido asociado con enfermedades mentales como:
- alucinaciones temporarias
- paranoia temporaria
- intensificación de los síntomas en los pacientes de esquizofrenia, un trastorno mental grave con síntomas como alucinaciones, paranoia y pensamiento desorganizado.
La marihuana también ha sido vinculada con otros problemas de salud mental como depresión, ansiedad y pensamientos suicidas en los adolescentes. Sin embargo, las conclusiones de los estudios son variadas.
-Otra Investigación científica
"Quisiéramos intervenir en la actual discusión sobre si es conveniente o no legalizar el consumo de
marihuana desde nuestra condición de profesionales de la salud mental e investigadores.
En primer lugar, hay que destacar
que no existe ningún estudio que demuestre algún efecto beneficioso de la marihuana en
adolescentes y adultos jóvenes. Todos los descritos se refieren a casos de adultos aquejados de
enfermedades crónicas: aumenta el apetito en enfermos de Sida, puede tener efecto analgésico en cánceres terminales y disminuye las náuseas
de la quimioterapia (Ben Amar, 2006; Lakhan y Rowland; Aggarwal et al, 2009; Adler y Colbert,
2013).
Sin embargo, los efectos dañinos, en cambio, son múltiples; los estudios sobre sus características son
coincidentes y la extensa revisión publicada recién en el New England Journal of Medicine (Volkow
et al, 2014) es, en nuestra opinión, una respuesta definitiva a la pregunta por los beneficios o
inconvenientes de esta droga.
He aquí algunos de los efectos negativos más importantes:
1. Produce adicción: Una de cada nueve personas que han consumido marihuana alguna vez se
vuelve adicta; cifra que aumenta a una de cada seis si el comienzo es en la adolescencia, y a una
de cada tres de los consumidores diarios (López-Quintero et al, 2011).
2. Interfiere en el proceso de creación de conexiones interneuronales tanto en los lóbulos
frontales como en el hipocampo. La primera zona es responsable de las funciones ejecutivas y de
la planificación, mientras la segunda lo es de la memoria y del aprendizaje. Este daño es mayor y
más irreversible mientras menor sea la edad de comienzo del consumo (Lynskey & amp; Hall,
2000). Esto explicaría el hallazgo sistemático de una disminución del coeficiente intelectual y de la
capacidad de lograr objetivos. Una de estas investigaciones es prácticamente irrebatible, puesto
que hizo un seguimiento de mil consumidores a lo largo de 40 años (Meier et al, 2012).
3. Facilita la entrada a otras drogas al disminuir la reactividad de las zonas cerebrales que tienen
que ver con la recompensa (Pistis et al, 2004).
4. Aumenta el riesgo de enfermedad mental, en particular de psicosis y, existiendo ya esta,
empeora su pronóstico (Rey & amp; Tennant, 2002).
5. Diversos estudios vinculan su consumo a menores ingresos, desempleo y conductas delictivas
(Verweij et al, 2013; Brook et al, 2013).
Además, es sabido que el
consumo en los adolescentes es más alto que en los adultos y está relacionado con el nivel social.
Como los resultados obtenidos en todos los estudios son coincidentes en lo que al daño
de las funciones cognitivas se refiere y dado que la legalización de esta droga en particular (y no de
todas, como sería una alternativa a tomar en cuenta) disminuiría la percepción del riesgo que ella
implica, se estaría generando con ello un círculo vicioso de perpetuación de la pobreza: mayor
consumo en estratos vulnerables, menor rendimiento escolar, fracaso en la aspiración a mejorar el
nivel socioeconómico, frustración que lleva a más consumo, etcétera.
Todo lo anterior nos pone ante la paradoja de que un proyecto considerado "progresista", porque
respetaría la libertad y la autonomía, se transforme en algo en extremo regresivo, pues al facilitar
la aparición de daño cerebral en los adolescentes, los está condenando al fracaso y,
eventualmente, a la marginalidad.
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