domingo, 7 de octubre de 2018

"Donde hay agravios no hay celos" Fco. Rojas Zorrilla

Como veremos su representación en Málaga el día 27 de noviembre, esta será la lectura obligatoria para 1º Bach en el primer trimestre (aunque cronológicamente pertenezca al Barroco).

«Donde hay agravios no hay celos» cuenta una historia de enredos que se ovillan en torno al amor, el deseo, la venganza, las diferencias sociales, los engaños, los agravios... para trazar un laberinto de relatos del que solo se sale al final. A Madrid llegan un señor y su criado para conocer a una mujer de la que se ha prendado a través de su retrato. Atrás deja, en Salamanca, una hermana deshonrada y un hermano muerto por un hombre del que espera poder vengarse.

La «incapacidad de expresarnos» está reflejada sobre todo, en los apartes que hay en el texto, y que son un gran reto de la puesta en escena. Los personajes no se atreven a hablar sinceramente de forma directa. Al principio nadie habla, todos están heridos. Nadie es capaz de razonar. Pero conforme transcurre la obra, y llegamos a la tercera jornada, los apartes empiezan a desaparecer, y los personajes empiezan a ser capaces de verbalizar sus pensamientos. 

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Donde hay agravios no hay celos, obra de plenitud del autor toledano, fue escrita entre 1635 y 1636, y estrenada al año siguiente. Como sugiere el título, es ejemplo paradigmático de una irónica exaltación de los valores aristocráticos: exacerbado sentido del honor, fidelidad a la palabra dada, caballerosidad… 
Desde esos supuestos, se establece que cuando los agravios pueden herir el honor y la consideración social de la familia, el sentimiento del individuo debe quedar en segundo plano. Este ingrediente va unido a un complicado y brillante enredo cómico, un ingenioso juego de equívocos, confusiones, entradas y salidas guiadas por un azar matemático que enreda y desenreda la trama. Está presidida por la figura de Sancho, a la que cabe un destacado lugar en nuestra espléndida galería de graciosos. Es el cambio de papeles entre el criado y su señor, don Juan de Alvarado, lo que va a poner en marcha el perfecto mecanismo de esta comedia. Estamos ante una variante del teatro en el teatro, ya que cada uno de los personajes interpreta el papel del otro. Por esa razón, durante varios siglos esta obra se conoció también con el título alternativo de El amo criado.

Esta comedia responde a un criterio de economía dramática. Solo ocho personajes dibujan una compleja red de relaciones familiares y sociales. De todos ellos, Sancho es, sin disputa, el más relevante
(Fuente: http://teatroclasico.mcu.es)

Para leer la obra haz clic aquí

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