Para que una secuencia de elementos
lingüísticos constituya un texto es necesario tener en cuenta tres principios de construcción o propiedades de
los textos: adecuación, coherencia y cohesión.
Cada una de estas propiedades está
relacionada con uno de los diferentes niveles de estructuración del texto:
a)
La
adecuación es la característica de
los textos que están bien construidos desde el punto de vista comunicativo. Es el resultado de una serie de elecciones que el hablante
o autor ha de llevar a cabo teniendo en cuenta las características concretas de
los diferentes factores o elementos que intervienen en la comunicación (receptor, canal, código, etc.)
b)
La
coherencia es la propiedad inherente
a todo texto (entendido como entidad con significado) que hace que pueda ser
percibido como una unidad con sentido. Se manifiesta en diferentes niveles: la totalidad del texto
(coherencia global), sus partes constitutivas
(coherencia lineal) y los diversos enunciados (coherencia local).
En otras palabras, un texto es
coherente
a.
Cuando
presenta una unidad significativa o de
sentido, apreciable en la existencia de un tema claro y preciso (coherencia
global o temática).
b.
Cuando
las partes que lo integran no aparecen aisladas, sino que se conectan unas con
otras formando una estructura
(coherencia lineal o estructural).
c.
Cuando
los sucesivos enunciados transmiten ideas o juicios que no vulneran los principios elementales de la lógica,
el sentido común o las normas universales del saber humano (coherencia local). ( “El gato
volaba cantado una canción")
Llamaremos tema, por otra parte, a la idea que resume el sentido de cuanto se
dice en el texto. El tema incluye tanto aquello de lo que trata el texto (es
decir, el asunto) como la intención que el autor tiene al producir el discurso
y su actitud ante los hechos de los que habla.
c)
La cohesión es la manifestación
sintáctica de la coherencia: un texto está bien cohesionado si hay mecanismos lingüísticos que revelan al
receptor la relación coherente de sus partes.
Procedimientos
de cohesión textual
Existen numerosos procedimientos de
cohesión textual. Estudiaremos sólo los más frecuentes:
1 .Recurrencia o repetición
La repetición de un elemento
lingüístico a lo largo del discurso es uno de los mecanismos fundamentales que
dota de unidad al texto. Se pueden distinguir distintos tipos de recurrencia:
-
Recurrencia léxica: repetición de una determinada palabra
en diferentes enunciados. En ocasiones no se repite la misma palabra, sino otra
relacionada léxicamente con ella (una palabra derivada o compuesta, por
ejemplo).
Ejemplos:
Había
un hombre sospechoso en la
puerta. El hombre llevaba
gabardina y un sombrero calado hasta los ojos.
No
seas nunca violento. La violencia no lleva a ninguna
parte.
Al
escribir, conviene dar cierta coherencia
a las frases que forman un párrafo o periodo. Dicha coherencia se altera, y la expresión pierde claridad, cuando
se producen cambios poco correctos en el sujeto, o en la persona, voz o tiempo
del verbo”
-
Recurrencia semántica: aparición reiterada de términos que
están relacionados por su significado. Esta relación puede ser de distintos
tipos:
a.
Sinonimia: ambos términos tienen el mismo
significado.
Ejemplo: Había algunas estatuas
en el jardín. Eran esculturas
modernas.
Tras
la muerte de mi padre me
exigieron varios certificados de defunción,
así como informes médicos donde constaran las causas del fallecimiento.
b.
Antonimia: relación entre palabras del texto que
tienen significados opuestos.
Ejemplo: Su padre tenía una casa grande.
Él la prefería pequeña.
A
mi hermana le gusta el té frío.
Yo prefiero tomarlo caliente.
c.
Hiperonimia: se establece una relación de inclusión
entre dos vocablos, de modo que el significado del primero está incluido en el
significado del segundo.
Ejemplo: Llevaba rosas en la
mano. Dejó las flores en un
jarrón y se acercó.
Salvo
el frigorífico, que me lo
regalaron, cuando me casé tuve que comprar los demás electrodomésticos.
d.
Hiponimia: se establece una relación de inclusión
entre dos elementos, de modod que el significado del segundo está incluido en
el significado del primero.
Ejemplo: Este
calzado me aprieta. Voy a
tener que cambiar de zapatos.
Las
flores han sido objeto de
especial atención por parte de los poetas. Así, en la poesía del siglo XVII la rosa simboliza la fugacidad de
la vida.
e.
Paráfrasis: se rehúye la expresión directa de una
idea para hacerlo de forma más extensa, dando un rodeo.
Ejemplo: Obama asistió a la
entrega de los Premios Nobel. El
presidente de los EEUU acudió a la ceremonia acompañado de su esposa.
f.
Campos semánticos: las palabras pueden considerarse
relacionadas unas con otras por el hecho de que exista conexión entre los
referentes a los que designan. La aparición de una secuencia de palabras como “coche…
conductor… aparcamiento… tráfico…” contribuirá a darle cohesión y
permitirá percibir cuál es el asunto del que trata.
Ejemplo: A las 8.30 horas comenzó la clase.
El profesor explicó en la pizarra las oraciones
subordinadas sustantivas; a la mitad del periodo
lectivo se quedó sin tiza
y le dijo al delegado de curso
que hiciera el favor de bajar a conserjería
a coger un par de ellas.
2.
Sustitución
Un recurso lingüístico para evitar la
reiteración excesiva de una determinada unidad léxica es la sustitución.
a)
Pronombres: son sustitutos de sustantivos o de
segmentos de oración. Pueden establcer
relaciones anafóricas y catafóricas con otros elementos del discurso.
Ejemplo:
Ayer
hablé con la abuela. La encontré muy animada.
(Relación anafórica: reproduce el significado de un elemento que ha aparecido
anteriormente).
Te lo advierto una vez más: estudia, si quieres sacar buenas notas.
(Relación catafórica: anticipa el significado de algo que se dice a
continuación)
b) Adverbios: Ejemplo: Fuimos a casa. Una vez allí… (Relación anafórica:
reproduce el significado de un elemento que ha aparecido anteriormente)
c) Palabras comodín palabras de significado muy amplio que
se usan como “comodines”, es decir, como sustitutos de términos de significado
más preciso; así los verbos hacer, pasar,
suceder… o los sustantivos cosa,
persona… En realidad se trata de superhiperónimos (sustitutos universales).
Ejemplo: Tengo muchas cosas que
hacer: he de salir con mi
hermano a comprar, luego he quedado con mis amigos, y, a última hora, me
esperan en casa.
3.
Elipsis
En determinados contextos, se puede
omitir algún elemento léxico de una oración por haber aparecido previamente en
el discurso. El contexto permite al oyente o lector comprender a qué o a quién
se refiere el elemento ausente. Al tener que recurrir al contexto próximo, la
elisión es también un mecanismo lingüístico que permite relacionar unos
enunciados con otros. Ejemplo: Juan y
María se casaron enseguida. Un mes antes aún (-) no se conocían.
Hay tres clases de elipsis: nominal,
verbal y oracional:
·
Elipsis nominal: el elemento elidido es un nombre o un
grupo nominal. Ejemplo: Yo aviso a la madre de Luis y tú avisas a la
(-) de Pedro.
·
Elipsis verbal: el término elidido es un verbo (en
forma personal o no personal) o un grupo verbal. Ejemplo: Mi padre saber coser, pero mi hermano no sabe. ¿Estás enfermo? No.
·
Elipsis oracional: el elemento elidido es una proposición
subordinada. Ejemplo: Luis le pidió al
profesor que le retrasara el examen, pero este no quiso.
4.
Deixis
Es un procedimiento que nos permite
localizar en un texto tanto las personas, objetos y acontecimientos como las
circunstancias espacio-temporales. Hay tres tipos de deixis: personal, espacial
y temporal.
a.
Deixis personal: designa las distintas voces o personas
que intervienen en el discurso:
-
Emisor:
individual (yo) o colectivo (nosotros/nosotras).
-
Destinatario:
individual (tú/usted) o colectivo (vosotros/ustedes).
-
3º
persona: individual (él/ella) o colectiva (ellos/ellas).
Esta designación puede ser explícita (a
través de los pronombres personales) o implícita (a través de las desinencias
de persona de los verbos).
b.
Deixis espacial: señala los lugares o espacios que
ocupan las personas y objetos en el texto. Esta función identificadora la
realizan:
-
Los
demostrativos (este, ese, aquel…) y
los adverbios de lugar (aquí, ahí,
allí, dentro, delante, cerca)
c.
Deixis temporal: sitúa a las personas y los
acontecimientos en el tiempo. Esta representación se realiza mediante los
correspondientes marcadores temporales y tiempos verbales:
-
Marcadores temporales: actúan con una doble función:
-
Localizan
la acción verbal en el tiempo, ya sea con respecto al momento de la enunciación
(hoy, ayer, anteayer, mañana, pasado mañana, la semana próxima…), ya sea en relación a otro punto de referencia
(entonces, en aquel momento, antes, después, más tarde…).
-
Tiempos verbales: señalan el momento (presente, pasado o
futuro) en que se desarrolla la acción.
5.- Conectores textuales
Muy buen resumen y por demás útil el material.
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